Es una maravilla inventada por Lucio, y de la que existen multitud de variedades, aunque la base siempre son patatas fritas y la cobertura huevos fritos. En cuanto a las patatas fritas el truco está en elegir el corte que más te gusta y echarlas a un aceite muy caliente y tras unos segundos bajarlo hasta temperatura media, los huevos deben hacerse en aceite muy muy caliente y abundante, que se hundan y al empezar a flotar se puden retirar; ambos aceites de oliva virgen para dar mejor sabor.
Entre los huevos rotos los mejores que he probado son los siguientes:
· Jamón ibérico, se le pueden añadir unos pimientos verdes fritos y queda muy bien, eso sí el jamón en crudo por Dios.
· Morcilla, si la braseamos primero y luego salteamos el interior con cebolla, pimiento y piñones mejor
· Foie, mezcla lo rustico con lo refinado, un placer para el paladar
· Queso de cabra y miel, aquí lo mejor es cubrir el fondo de la bandeja de laminas finas de queso de cabra y al echar las patatas encima, éste se funde y se convierte en una especie de salsa que liga todo, después se condimenta con sal y miel y se mezcla bien, y encima de todo los huevos y a romperlos
· Gulas, si probablemente con angulas esté aún mejor, pero … las gulas se saltean con un poco de ajo y cayena. También se le pueden añadir gambas.
· Picadillo (chichos o jijas, dependiendo de la zona de España en la que nos encontremos), se le puede añadir una salsa de cabrales (u otro queso azul) que le va muy bien a las patatas y al picadillo.
· Chanquetes con pimientos verdes fritos, por separado, uno de mis favoritos.
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1 comentario:
Jo, qué rico. Y qué hambre!!!! Ya sé lo que me voy a hacer hoy para comer. A ver qué tal me sale...
:)
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