miércoles, 22 de octubre de 2008

"Pollo asao"

Es una receta bien sencilla que solo precisa de un poco de paciencia, ayer mismo aprovechando que pasé la tarde de en casa preparé uno para cenar.

En una bandeja de horno echar un chorrito de aceite para que no se peguen las cosas y extenderlo bien, haced una cama de patata, cebolla y un poco de ajo picado y sobre ella espolvorear un poco de romero, tomillo, estragón, ralladura de naranja o limón y un chorrito de aceite.

Untad bien el pollo de mostaza por fuera y dentro meted el limón o la naranja (lo que prefiráis) y echad sal gruesa y pimienta. Lo colocamos en la bandeja con los muslos hacia arriba y lo metemos en el horno precalentado a 180º. Cuando hayan pasado unos 7 minutos regamos el pollo con cerveza para que se hidrate un poco. A la media hora sacamos el pollo, le damos la vuelta y volvemos a regar con cerveza. En otros 30 minutos volvemos a darle la vuelta al pollo y esperamos a que se dore la piel, unos 10 minutos.

Ale, una buena ensalada y a disfrutar de un pollo asao.

jueves, 16 de octubre de 2008

DycPan

¿Qué es DycPan? ¿Quiénes son sus miembros? ¿Existe realmente DycPan? Estas y otras muchas preguntas se hace la gente a lo largo y ancho del planeta, DycPan es una organización fundada por JCGF, CCMX y RCGC; daremos solo sus iniciales ya que debemos tratarlos como presuntos delincuentes.

Aunque hoy se cuenten por miríadas sus seguidores entre lo peorcito de nuestra sociedad, este grupo (perfomance-?-) surgió en una comida de la sociedad gastronómica Sanchopanza, en un intento vano de acudir a una fiesta a la que no habían sido invitados y desplegar allí todo su arte.

A pesar de que este hecho está fijado como origen oficial de DycPan, algunos cronistas consideran que el origen del grupo viene de una fecha anterior en la que aprovechando la lucidez que aporta un whisky envejecido de 60º intentaron ir a una cena, de la que JCGF tiene infausto recuerdo y a la que se vio obligado a acudir sin la compañía de sus socios. A pesar de que cuando estaban ofreciendo cerveza y coca-cola antes de cenar, él solicitó un Dyc-Cola (un segoviano homologado) prediciendo un repunte de la situación, su asesora para estos temas le recomendó agua, así que el presunto nacimiento del grupo quedo aguado y dividido.

Volviendo al origen oficial de DycPan, todo sucedió como les voy a relatar. Había una fiesta de cumpleaños en Marcelino Santamaría (por el Bernabéu) al que no habían sido invitados, pero ellos consideraban que el cumpleaños los necesitaba, porque se hablaba de muermo y de Trina y ya tenemos 30 palos por Dios. Así que ni cortos ni perezosos se encaminaron a la vivienda de la afortunada que iba recibir su visita, pero se dieron cuenta de que no podían aparecer en un cumpleaños con las manos vacías, así que revisaron entre las cosas que habían sobrado de la comida y después de descartar unas latas de foie vacías se decantaron por una barra de pan y una botella de DYC, de ahí el nombre como todos ustedes mis inteligentes lectores habrán descubierto.

Después de desquiciar al chofer que les acercó al destino, incluyendo comprobar los mandos de la radio del volante, el hermano de RCGC les echó del coche, y no sería la última vez que les echaban de algún sitio. Prestos se dirigieron a la casa de la afortunada, pero una vez en el portal se encontraron con un inconveniente y es que desconocían el piso, no se amilanaron ante esta dificultad y llamaron a Bea, que sí estaba invitada, pero que considero que nuestro ingenio no iba a encajar y prefirió decirnos que mejoráramos nuestra forma de saltear los esparragos.

Pero este contratiempo hizo que el equipo se viniera arriba y con la moral por las nubes ya estaba decidido a hacer acto de aparición en el cumpleaños de las narices, así que decidimos afinar el oído desde la calle para determinar el piso en que se estaba desarrollando nuestra fiesta, pero el silencio más absoluto era toda la respuesta. En estas estábamos cuando aparece una parejita con una pinta de invitados que no te menees, así que decidimos seguirles, nos colamos en el ascensor con ellos, les enseñamos la botella y la barra de pan; a lo que respondieron con un extraño gesto de miedo.

Y cuando parecía que podíamos colarnos, incluso teníamos un pié en el hall, Bea nos descubrió y a pesar de las brillantes tretas, como decir que bajábamos por la escalera y que ella bajara en ascensor, se tuvo que abandonar la primera actuación.

Fuimos a resguardarnos al Refugio, mítico bar de Madrid donde pedimos que nos guardaran la botella (que murió en acto de servicio, pero eso ya es otra historia) y nos pusiera un mini de segoviano. Posteriormente ha habido diversas actuaciones, pero esta inicial quizá sea la más lamentable.

martes, 7 de octubre de 2008

Campeonato de Cerveza, Galapagar '95

Corría el mes de Febrero de 1995, en casa estaban de visita los Elli, unos buenos amigos de Argentina, y como no podía ser de otra manera les llevamos a conocer la noche el viernes la madrileña y el sábado la de Galapagar. Como siempre fuimos caminando Tote, Dudu, Chema Belda, Óscar, Maca, Luz, mi hermano pequeño y yo, con nuestros amigos argentinos. Al pasar por delante de Jalisco un gran cartel anunciaba un campeonato de cerveza y decidimos que obviamente teníamos que participar.

Primero había barra libre así que decidimos aprovechar para ir abriendo el apetito, en el garito nos encontramos con Edu un gigante muy salao del pueblo al que decidimos hacer capitán del equipo, porque estaba claro que como siempre “triunfa uno, triunfa el equipo”, pero el figura a la hora de la verdad desapareció, con eso de la barra libre de cerveza previa mucha gente se cayó del cartel.

Total que empezaron a anunciar la primera ronda, muy sencillita en la que todos pasamos y que la dificultad venía de beber cerveza después de la barra libre; ya en cuartos de final se trataba de enfrentamientos a 3 y cómo suele suceder en estos casos te toca contra quien no quieres, hubo un enfrentamiento fratricida que dejó muy mermado nuestro equipo, me tuve que enfrentar a Tote y a mi hermano, había que cascarse 2 jarras de 0,5 sin respirar; salí vencedor pero cualquiera de los tres podría haber ganado.

En semifinales me toco enfrentarme a Julio el hermano de Vicente, un amiguete del instituto de Torre, el tema era ventilarse tres copas de 0,4, y también sin respirar, la verdad es que aquí no tuve mucho rival, me lleve la semifinal de calle, mientras mis amigos me jaleaban.

Y por fin en la gran final, hay que reconocer que yo soy grandote, pero es que el figura contra el que me enfrentaba era enorme, sus bíceps eran del tamaño de mis muslos. Llega el figura se abraza a mí y yo le deseo suerte y él me dice: “vas a ganar tú” y yo: “que va, hombre” y en estas se echa a llorar y me dice “me acaba de dejar mi novia” y yo pensé “je,je,je si que voy a ganar” mientras le decía “no te preocupes, venga céntrate en el torneo y en el resto ya pensarás mañana y suerte”. Sí, un poco miserable, pero bueno en la guerra hay que usar todas las tretas.

Total que nos presentan el desafío de la final y es cascarse 4 jarras de medio litro, eso si al ritmo que consideráramos cada uno, total que cada uno coge una jarra brindamos y yo empiezo a beber, y él pasa, yo le animo a beber y me hace gestos para que espere, yo sigo a lo mío, poco a poco y me acabo la primera jarra mientras él ni había empezado. Cuando llevaba mediada la segunda jarra, el figura empieza a beber, en un segundo se casaca la primera jarra en otro segundo casi sin tiempo a pestañear se casca la segunda, yo pensé que estaba todo perdido así que me dedique a disfrutar de la cervecilla que me estaba tomando. Cuando el oso estaba a punto de terminar la tercera empezó a potar. Y ahí están los amigos para cuando hace falta Jorge, Tote y Oscar empezaron a protesta y a decir que en las normas estaba bastante claro que estaba prohibido potar, algo que claramente se sacaron de la manga, pero que coló y me decretaron campeón, yo me terminé mi tercera jarra y levante los brazos.

Para celebrarlo nos fuimos a casa de Oscar a tomar copitas y a ver el All Star de la NBA, ¡¡¡ qué tiempos!!!

lunes, 6 de octubre de 2008

La ecografía

Nadie ha visto nunca nada en una ecografía, es una serie de manchas sin pies ni cabeza sobre un fondo negro, sin embargo si lo reconoces parece que eres mal padre, así que desde aquí os pido que todos nos quitemos la máscara y digamos en voz alta: “yo no he visto nada en la ecografía”.

Yo por desgracia me perdí la primera ecografía, pero a la segunda sí que pude acompañar a mi mujercita, así que allí me senté en frente del monitor, y os juro que fue emocionantísimo, casi se me saltan las lágrimas y ya si hubiera visto algo habría sido la locura. Lo mejor vino cuando el médico dijo “¿queréis saber el sexo?” y yo pensé, ¡¡venga ya!! Y bueno por lo visto va a ser niña o una nebulosa. La verdad es que entre la emoción y la sorpresa decía que sí a todo, “mira, mira ahora está de espaldas”, esto es el fémur; pero por Dios eso es una raya blanca en medio del espacio.

Total que os lo recomiendo a todos y aunque es uno de los momentos más emocionates, al menos de mi vida, la cierto es que mucho no se acaba de apreciar.

jueves, 2 de octubre de 2008

Y de repente apareció ella

Es la morenita más bonita que existe, y eso que al principio no me fijé mucho; hacía un año que vivía en la Sierra y cuando bajaba a Madrid con mis amigos del colegio por Moncloa, no hacía mucho caso de las niñas que aparecían en el grupo. Así que aquellas primeras veces en el Parador de Moncloa simplemente nos saludábamos. Hay que tener en cuenta que había pasado de estar todo el día juntos en clase a ver a mis amigos de siempre más o menos una vez al mes.

Pero el tiempo fue pasando y un día en una fiesta de Farmacia ella vino guapísima y empezamos a chalar y a hacernos amigos, corría el otoño del 96. Poco a poco fuimos conociéndonos y en un momento dado era mi confidente y hablábamos especialmente de lo poco que faltaba para que mis padres se fueran de casa y nos dejaran a mí y a mis hermanos solos y lo que le gustaría ella que le pasase eso.

Creo que todo cambio cuando en Diciembre del 96 quedamos todos en la Casa de la Cerveza de Juan Bravo, yo propuse quedar a las siete como cuando éramos críos porque estaba castigado por tener la cabeza rapada al cero (los viajes de Rugby es lo que tienen) y así lo colocaba como la clase de los viernes y tenía hasta las diez para echar unas cervezas con los amigos de siempre.

Bueno que me despisto, entré yo con mi gorro negro de estibador y al quitármelo las niñas se quedaron patidifusas, pero ella dio un paso al frente y me acarició la cabeza mientras decía “que gracioso”, me rompió.

El tiempo paso entre fiestas de Veterinaria y rulillos por Bilbao (Glorieta de), hasta que en el tradicional hornazo del año 98, el finde siguiente al domingo de Resurrección, esa amiga morenita empezaba a tener un pelo increíble, una sonrisa divina, unos ojos preciosos, …; y además estaba soltera. Después del hornazo José, Ernesto y yo la llevamos a casa, bueno a la esquina de Doctor Esquerdo y Jorge Juan no vaya a ser que su padre nos viera, y yo empecé a preparar mi plan para conquistarla.

Cuando acabaron los exámenes quedé con estos en la Casa de la Cerveza de Juan Bravo y les conté mi plan, dejaremos de un lado las críticas innecesarias y desmedidas que recibí; no en serio la tarde fue de lo más divertida e incluso saqué alguna idea interesante.

Luego vino el “curso de autocad”, algún asadito en mi casa, un paseo por Guzmán el Bueno, … y poco a poco fuimos acercándonos más el uno al otro hasta que hoy hace exactamente 10 años en el balcón de la facultad de Veterinaria de la Complu nos dimos el primer beso; fue maravilloso. Recuerdo que el mundo empezó a girar a toda velocidad y que tuve la sensación de estar besando a la mujer de mi vida y efectivamente, así era.

Desde entonces hemos vivido mil aventuras; las tardes en el Retiro, el VIPS, la esquina de Dr. Esquerdo y O’Donell, el cartel morado, las subidas a la Sierra, las escapadas a Portugal, Buenos Aires, Praga, Londres, … y me resulta imposible borrar esta sonrisita de bobalicón de mi cara, saber que estás con tu compañera ideal es maravilloso.

Colas de rape con berberechos

Mi niña me preparó ayer una receta sencilla, rápida y excelente a la vez, solemos competir en la cocina proque a los dos se nos da bastante bien y así nos entretenemos. Bueno vamos a ello.

Preparamos unos berberechos al vapor, ya sabeis se lavan un poco y a la olla a fuego medio sin nada de agua (aunque en plan barateras podeis sustituirlos por berberechos de lata). Cubrir el fondo de una fuente de horno con cebolla y echar los berberechos por encima, una vez desesconchados, regar con algo del agua que han soltado los berberechos, y un chorrito de vino. Colocar encima las colas de rape y espolvorear sobre ellas tomillo y un par de ajitos bien picados. Un chorrito de aceite y al horno 150º unos 20 minutos, pero vamos es cuestión de echarle un ojo al rape de vez en cuando.

Y a por ellos que son pocos y están buenisimos.

miércoles, 1 de octubre de 2008

los dos enfermos y la ventana

Una historia muy bonita, de como ser feliz haciendo felices a los demás, la clásica enseñanza de que se disfruta más un regalo dándolo que recibiéndolo.

Dos hombres, ambos enfermos de gravedad, compartían el mismo cuarto en un hospital. A uno de ellos cada tarde durante una hora le sentaban en la cama, para drenar el líquido de sus pulmones. Su cama estaba al lado de la única ventana de la habitación.

El otro tenía que permanecer acostado, de espaldas todo el tiempo. Conversaban incesantemente todo el día, y día tras día hablaban de sus esposas y familias, sus hogares, empleos, las experiencias vividas, los sitios visitados durante sus vacaciones, ...

Todas las tardes, cuando el enfermo ubicado al lado de la ventana se sentaba, se pasaba el tiempo relatándole a su compañero de cuarto lo que veía por ella. Con el tiempo, el enfermo acostado de espaldas, que no podía asomarse por la ventana, se desvivía por esos períodos de una hora, durante los cuales se deleitaba con los relatos de las actividades y colores del mundo exterior.

La ventana daba a un parque con un bello lago. Los patos y cisnes se deslizaban por el agua, mientras los niños jugaban con sus botecitos a la orilla del lago. Los enamorados se paseaban de la mano entre las flores multicolores; era un paisaje con árboles majestuosos y, en la distancia, se divisaba una bella vista de la ciudad. A medida que el enfermo cerca de la ventana describía todo esto con detalles exquisitos, su compañero cerraba los ojos e imaginaba un cuadro pintoresco. Una tarde le describió un desfile que pasaba por el hospital, y aunque no pudo escuchar la banda, lo pudo ver a través del ojo de la mente mientras su compañero se lo describía.

Pasaron los días y las semanas; y una mañana, al entrar la enfermera para el aseo matutino, se encontró con el cuerpo sin vida del señor que ocupaba la cama cerca de la ventana, quien había expirado tranquilamente, durante el sueño. Con mucha tristeza, avisó para que trasladaran el cuerpo.

Al día siguiente, el otro señor pidió que lo trasladaran cerca de la ventana. A la enfermera le agradó hacer el cambio, y luego de asegurarse de que estaba cómodo, lo dejó solo. El señor, con mucho esfuerzo y dolor, se apoyó en un codo para poder mirar el mundo exterior por primera vez. ¡Finalmente tendría la alegría de verlo por si mismo! Se esforzó para asomarse por la ventana... y lo único que vio fue la pared blanca de un edificio.

Confundido y entristecido, le preguntó a la enfermera qué sería lo que animó a su difunto compañero describir tantas cosas maravillosas fuera de la ventana... La enfermera le respondió que el señor era ciego y no podía ni ver la pared de enfrente. Ella le dijo ..."Quizás solamente deseaba animarlo a usted"...

La tristeza compartida se divide, pero la alegría compartida se multiplica.