Nadie ha visto nunca nada en una ecografía, es una serie de manchas sin pies ni cabeza sobre un fondo negro, sin embargo si lo reconoces parece que eres mal padre, así que desde aquí os pido que todos nos quitemos la máscara y digamos en voz alta: “yo no he visto nada en la ecografía”.
Yo por desgracia me perdí la primera ecografía, pero a la segunda sí que pude acompañar a mi mujercita, así que allí me senté en frente del monitor, y os juro que fue emocionantísimo, casi se me saltan las lágrimas y ya si hubiera visto algo habría sido la locura. Lo mejor vino cuando el médico dijo “¿queréis saber el sexo?” y yo pensé, ¡¡venga ya!! Y bueno por lo visto va a ser niña o una nebulosa. La verdad es que entre la emoción y la sorpresa decía que sí a todo, “mira, mira ahora está de espaldas”, esto es el fémur; pero por Dios eso es una raya blanca en medio del espacio.
Total que os lo recomiendo a todos y aunque es uno de los momentos más emocionates, al menos de mi vida, la cierto es que mucho no se acaba de apreciar.
lunes, 6 de octubre de 2008
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