Es la morenita más bonita que existe, y eso que al principio no me fijé mucho; hacía un año que vivía en la Sierra y cuando bajaba a Madrid con mis amigos del colegio por Moncloa, no hacía mucho caso de las niñas que aparecían en el grupo. Así que aquellas primeras veces en el Parador de Moncloa simplemente nos saludábamos. Hay que tener en cuenta que había pasado de estar todo el día juntos en clase a ver a mis amigos de siempre más o menos una vez al mes.
Pero el tiempo fue pasando y un día en una fiesta de Farmacia ella vino guapísima y empezamos a chalar y a hacernos amigos, corría el otoño del 96. Poco a poco fuimos conociéndonos y en un momento dado era mi confidente y hablábamos especialmente de lo poco que faltaba para que mis padres se fueran de casa y nos dejaran a mí y a mis hermanos solos y lo que le gustaría ella que le pasase eso.
Creo que todo cambio cuando en Diciembre del 96 quedamos todos en la Casa de la Cerveza de Juan Bravo, yo propuse quedar a las siete como cuando éramos críos porque estaba castigado por tener la cabeza rapada al cero (los viajes de Rugby es lo que tienen) y así lo colocaba como la clase de los viernes y tenía hasta las diez para echar unas cervezas con los amigos de siempre.
Bueno que me despisto, entré yo con mi gorro negro de estibador y al quitármelo las niñas se quedaron patidifusas, pero ella dio un paso al frente y me acarició la cabeza mientras decía “que gracioso”, me rompió.
El tiempo paso entre fiestas de Veterinaria y rulillos por Bilbao (Glorieta de), hasta que en el tradicional hornazo del año 98, el finde siguiente al domingo de Resurrección, esa amiga morenita empezaba a tener un pelo increíble, una sonrisa divina, unos ojos preciosos, …; y además estaba soltera. Después del hornazo José, Ernesto y yo la llevamos a casa, bueno a la esquina de Doctor Esquerdo y Jorge Juan no vaya a ser que su padre nos viera, y yo empecé a preparar mi plan para conquistarla.
Cuando acabaron los exámenes quedé con estos en la Casa de la Cerveza de Juan Bravo y les conté mi plan, dejaremos de un lado las críticas innecesarias y desmedidas que recibí; no en serio la tarde fue de lo más divertida e incluso saqué alguna idea interesante.
Luego vino el “curso de autocad”, algún asadito en mi casa, un paseo por Guzmán el Bueno, … y poco a poco fuimos acercándonos más el uno al otro hasta que hoy hace exactamente 10 años en el balcón de la facultad de Veterinaria de la Complu nos dimos el primer beso; fue maravilloso. Recuerdo que el mundo empezó a girar a toda velocidad y que tuve la sensación de estar besando a la mujer de mi vida y efectivamente, así era.
Desde entonces hemos vivido mil aventuras; las tardes en el Retiro, el VIPS, la esquina de Dr. Esquerdo y O’Donell, el cartel morado, las subidas a la Sierra, las escapadas a Portugal, Buenos Aires, Praga, Londres, … y me resulta imposible borrar esta sonrisita de bobalicón de mi cara, saber que estás con tu compañera ideal es maravilloso.
jueves, 2 de octubre de 2008
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2 comentarios:
A mi me pareciste "alguien distinto a todos", algo parecido a cuando encuentras algo y miras a los lados sorprendido pensando ¿se habrá dado cuenta alguien más? la persona con el corazón más grande que conozco.
Y luego me cocinaste tallarines con salmón eligiendo la receta de un libro con los ojos cerrados, y mientras cantabamos a Vonda Shepard. Esa tarde fue maravillosa.
Y mil momentos más de felicidad, parece como si tu trabajo fuese hacerme feliz! gracias!! muchas gracias!!
Vonda Shepard???, no te bastaba con Pingüino...
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