¿Qué es DycPan? ¿Quiénes son sus miembros? ¿Existe realmente DycPan? Estas y otras muchas preguntas se hace la gente a lo largo y ancho del planeta, DycPan es una organización fundada por JCGF, CCMX y RCGC; daremos solo sus iniciales ya que debemos tratarlos como presuntos delincuentes.
Aunque hoy se cuenten por miríadas sus seguidores entre lo peorcito de nuestra sociedad, este grupo (perfomance-?-) surgió en una comida de la sociedad gastronómica Sanchopanza, en un intento vano de acudir a una fiesta a la que no habían sido invitados y desplegar allí todo su arte.
A pesar de que este hecho está fijado como origen oficial de DycPan, algunos cronistas consideran que el origen del grupo viene de una fecha anterior en la que aprovechando la lucidez que aporta un whisky envejecido de 60º intentaron ir a una cena, de la que JCGF tiene infausto recuerdo y a la que se vio obligado a acudir sin la compañía de sus socios. A pesar de que cuando estaban ofreciendo cerveza y coca-cola antes de cenar, él solicitó un Dyc-Cola (un segoviano homologado) prediciendo un repunte de la situación, su asesora para estos temas le recomendó agua, así que el presunto nacimiento del grupo quedo aguado y dividido.
Volviendo al origen oficial de DycPan, todo sucedió como les voy a relatar. Había una fiesta de cumpleaños en Marcelino Santamaría (por el Bernabéu) al que no habían sido invitados, pero ellos consideraban que el cumpleaños los necesitaba, porque se hablaba de muermo y de Trina y ya tenemos 30 palos por Dios. Así que ni cortos ni perezosos se encaminaron a la vivienda de la afortunada que iba recibir su visita, pero se dieron cuenta de que no podían aparecer en un cumpleaños con las manos vacías, así que revisaron entre las cosas que habían sobrado de la comida y después de descartar unas latas de foie vacías se decantaron por una barra de pan y una botella de DYC, de ahí el nombre como todos ustedes mis inteligentes lectores habrán descubierto.
Después de desquiciar al chofer que les acercó al destino, incluyendo comprobar los mandos de la radio del volante, el hermano de RCGC les echó del coche, y no sería la última vez que les echaban de algún sitio. Prestos se dirigieron a la casa de la afortunada, pero una vez en el portal se encontraron con un inconveniente y es que desconocían el piso, no se amilanaron ante esta dificultad y llamaron a Bea, que sí estaba invitada, pero que considero que nuestro ingenio no iba a encajar y prefirió decirnos que mejoráramos nuestra forma de saltear los esparragos.
Pero este contratiempo hizo que el equipo se viniera arriba y con la moral por las nubes ya estaba decidido a hacer acto de aparición en el cumpleaños de las narices, así que decidimos afinar el oído desde la calle para determinar el piso en que se estaba desarrollando nuestra fiesta, pero el silencio más absoluto era toda la respuesta. En estas estábamos cuando aparece una parejita con una pinta de invitados que no te menees, así que decidimos seguirles, nos colamos en el ascensor con ellos, les enseñamos la botella y la barra de pan; a lo que respondieron con un extraño gesto de miedo.
Y cuando parecía que podíamos colarnos, incluso teníamos un pié en el hall, Bea nos descubrió y a pesar de las brillantes tretas, como decir que bajábamos por la escalera y que ella bajara en ascensor, se tuvo que abandonar la primera actuación.
Fuimos a resguardarnos al Refugio, mítico bar de Madrid donde pedimos que nos guardaran la botella (que murió en acto de servicio, pero eso ya es otra historia) y nos pusiera un mini de segoviano. Posteriormente ha habido diversas actuaciones, pero esta inicial quizá sea la más lamentable.
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