jueves, 26 de febrero de 2009

Profes III BUP-COU

Bueno mi tercera y última entrega porque aunque en la uni he tenido buenos profesores no me veo con ganas de hacer el bestiario; en fin BUP que gran época, por fin llegaron las chicas, aunque había pocas y no nos engañemos estábamos un poco decepcionados al principio, el tema es que ¡teníamos chicas en clase!, aún me vienen a la cabeza nombres como Ana Izquierdo, Beatriz Ontañón, Bárbara Goyanes,, … chicas que me parecían imposibles y desde luego para mí lo fueron, pero que me hablaban y me caían genial, porque la verdad me parecía increíble llevarme bien con esas diosas, ¡cómo es la adolescencia! Aunque en realidad uno estaba enamorado de otra. Luego en COU me fui a vivir a la sierra y cambié el Pilar por el instituto de Torrelodones; hecho que me hizo ferviente defensor de la enseñanza privada, pero que me convirtió en algo parecido al personaje que soy hoy; deje de ser un niño bueno y bobalicón para convertirme en un cherif. La verdad es que no recuerdo el nombre de ninguno de los profes de COU, recuerdo al Piños el de mates con el que tuve muchísimas diferencias especialmente el desde el día que rió de mi Roc Neige rosa y yo le dije que había que tener valor para reírse de algo que con su sueldo de maestro nunca se podría permitir y mientras la clase se reía a mi me quedaban las mates para septiembre. También me acuerdo de la profe de lengua la única que me entendía y su notable al final, el de filosofía un apátrida con el que tenía mis más y mis menos y las clases de dibujo en las que monté un campeonato de baseball con una regla de madera de un metro que había por el aula de dibujo, la profe de Química que pasaba de todo, de los alumnos, de la asignatura, de... Resulta curioso que a los profes de EGB los recuerde con claridad meridiana sin embargo con los de BUP tengo ciertas lagunas, quizá porque sean más, pero vamos a intentarlo.

· Emilio: primer profe al que no tratamos de don y que además de nuestro tutor daba mates en 1º e informática en 2º, un tipo genial de esos que si no existieran habría que inventarlos. Con él empecé a disfrutar de la estadística y aprendí a usar un ordenador de verdad y a no tenerle miedo.

· Mercedes: biología de primero, recuerdo aquel peinado que tenía con el que tantos motes se ganó, su asignatura era un coñazo de tomo y lomo y encima de las de aprender de memoria, pero bueno aprendimos palabras como platelmintos.

· Lola: la profe de inglés o como conseguir que una clase llegue a la anarquía total sin preocuparse lo más mínimo, estuvo muy bien Emilio avisándonos de que se solía vengar en el examen final y aún mejor Morales, Santi y Tejedor, con mi pequeña colaboración de distracción, mangando el examen, que el mismo Tejedor me dicto por teléfono, a pesar de que nuestra relación no era muy allá a la hora de la verdad el tío cumplió y yo se lo pasé a Mario, Iván, … al final creo que lo tenía toda la clase.

· La otra Mercedes: con ella fumábamos en el laboratorio y diseccionábamos ratones vivos, actividades muy entrañables que luego han sido de gran utilidad en mi vida, y sobretodo en 1º de BUP con 15 años recién cumplidos.

· Amancio; el hombre tranquilo nos dio las primeras nociones de dibujo técnico, recuerdo que la nota de los dibujos de casa la negociábamos en su mesa, él tapaba tu nota del examen, pero el anterior a ti miraba la nota y tratabas de llegar al aprobado, yo una vez calculé mal y saqué un bien y prometo que esa no era mi intención.

· D. Julián (QDP): profe de historia en 1º con el que saqué notable y me llevaba muy bien, pero en 2º nos daba latín, un día cogió mis apuntes (desordenados y sucios) y estuve a punto de sacar mi primer muy deficiente, al final conseguí aprobar gracias al libro de Benito que tenía las frases analizadas. Pero me sirvió para aprender que si a alguien bueno le das de lado pierde el interés y puede llegar a ser el peor de la clase, menos mal que mi interés y el libro de Benito hizo que Burriel y yo aprobáramos.

· Begoña: profe de lengua en 1º y de inglés en 2º, tenía un curioso sistema de selección de voluntario para sacar a la pizarra y casi siempre les tocaba a los mismos, algo del tipo “di un número” lo multiplico por dos el sumo el día del mes, le resto el número del mes, hallo el logaritmo neperiano; Eduardo Fernández del Campo a la pizarra, muy grande.

· Manolo: el profe de gimnasia, este nos decía dos vueltas al campo para calentar, vaya tela, el tío decía que era abogado, pero sus leyes eran esas manos de grandes como mi cabeza; y cada vez que blandía una, la gente se acojonaba. Aprendí a correr con vallas, salto de longitud, de altura, … pero sobre todo el test de Cooper, que como un día coja al maldito Cooper no respondo de mi. Las chicas tenían una profe que se llamaba Mercedes pero que obviamente todos llamábamos Manola.

· D. Abundio: profe de física y química de 2º, a mi me cayó mal desde el primer día ya que empezó su primera clase diciendo que lo que nos había enseñado don Melquiades no servía para nada, pero lo peor vino cuando poco después, en concreto el viernes siguiente a la excursión que siempre hacíamos en otoño, nuestro delegado le pidió que no sacara a nadie a la pizarra que con la excursión nadie había hecho los ejercicios; pues a mí se me ocurrió decirle que se había equivocado en un desarrollo, él muy parsimonioso se sentó en su silla y dijo señalándome “usted sus ejercicios”, yo dije que no los tenía y me casco un 0; pero son enseñanzas de la vida, no le toques las pelotas a alguien que las puede tener irritadas.

· Padre Antonio: profe de religión en 2º, un curilla andaluz que nos enseño un puñao de cosas especialmente sobre otras religiones, y encima en Navidad me encontró con mi grupo preparando un Belén para los niños del hospital Gregorio Marañón y desde entonces no me bajé del notable.

· D. Ismael: tutor de 2º y profe de Geografía, la asignatura era muy chula y luego me ha servido en muchas partidas de Trivial, pero la verdad es que él siempre me pareció un personaje bastante gris, muy asimilable al clásico maestro de escuela de pueblo en los años 50.

· Padre Urquía: tutor de 3º y profe de filosofía, una asignatura nueva que a mí al menos me encanto y de la que tengo todavía nociones y que me hizo sentir mayor, la verdad es que debo darle las gracias al padre Urquía por muchas de sus enseñanzas.

· Padre Horodinski: el padre José Antonio Romeo Horodinski es una de las personas más increíbles que me he encontrado en mi vida, nos daba religión en 3º, nos hacía exámenes en sus famosas octavillas, recuerdo que una vez nos dijo que definiéramos a Dios y luego dijo que le diéremos la vuelta al papel y sabiendo que no lo iba a recoger que volviésemos a responder y que en casa o cuando quisiéramos comparáramos las dos respuestas. Luego era el líder de CEMI y también llevaba el Colegio Mayor Chaminade, así que pude hablar de él con un amiguete del curro que fue al Chami.

· D. Pedro, más conocido como el Potos, profe de Física y Química de 3º que desautorizaba a D. Abundio, como veis en mi cole los profes de Física eran como los albañiles, el gremio menos corporativo del mundo, con su clásico “pero señora, ¿quien le ha hecho esta chapuza?”. Aprobé por los pelos, quizá gracias a Blanco, pero en cualquier caso por si acaso el día antes de las notas, un martes de Junio me fui de copas por Bilbao con Mario que estaba en la misma situación que yo.

· D. Pedro, Pedrulo profe de historia en 3º, teníamos que ir a su aula para dar clase de historia, era un aula llena de cosas increíbles, especialmente de latas de cerveza del mundo, que a mí me llamaban mucho la atención. Hizo que definitivamente la historia fuera mi hobbie, pero era un poco despistado el tío, en un examen se sentó al lado mío y no se dio cuenta de que yo ya había terminado mi examen y estaba haciendo el de Isidro, en fin cosas del cole.

· Eduardo: padre de un compañerete de clase y que nos daba biología en 3º, la clase la verdad es que no me llamaba mucho la atención, y a pesar de que teóricamente era evaluación continua a mi me hizo la media del curso, lo único relevante que recuerdo es haberme saltado su última clase para ir a jugar al mus al Retiro, mis únicas pellas en el cole, eso sí con las notas ya publicadas.

· Pilar Caso: profe de literatura en 2º, generaba cierto halo de odio y eso que tampoco era especialmente ogro, pero le fallaban las maneras, os comento que con mi grupo de amigos del cole, con los que gracias a Dios sigo saliendo a echar una copita de vez en cuando, cada vez que se cruza en nuestro camino un chupito de tequila brindamos por “la p… Pilar Caso”, y la penúltima vez que lo hicimos fue un brindis multitudinario en mi boda, en la que más de la mitad de la gente no tenía ni idea de lo que significaba aquello.

lunes, 23 de febrero de 2009

El sacristán que no sabía leer

Este es un cuentito que me contó mi padre hace muchos años y que me hizo reflexionar mucho, sobre si aquello que nos parece que nos va a llevar a conseguir algo realmente es el mejor camino.

El sacristán de la Iglesia de San Juan llevaba más de 30 años cumpliendo sus funciones a satisfacción del anciano párroco, pero un día de marzo de 1902 el anciano parroco falleció debido a su avanzada edad. El nuevo párroco, cura joven, al poco tiempo se percató de que el sacristán no sabía leer y le dijo: "tiene seis meses para aprender a leer o se va". Y como transcurrió el plazo y el único avance del sacristán era apenas firmar, lo despidió, pero le pagó como cuatro años de sueldo y le concedió la casita que había en terrenos de la iglesia para que pudiera vivir tres años gratuitamente con su mujer.

En tanto, el sacristán había observado que las personas fumaban cuando estaban preocupadas, motivo por el cual recorrió varias manzanas a la redonda buscando un puesto de tabaco, sin encontrar ninguno. Le contó a su mujer que lo había despedido el párroco y que buscó tabaco para pasar su preocupación, sin encontrar puesto alguno.

Ella le aconsejó que pusiera uno y así lo hizo. Además, abrió una cuenta de ahorro en el banco para el dinero que le dio el cura y depositar las ganancias del puesto de tabaco. Al cabo de diez años se transformó en el mayor proveedor y diversificó a otros artículos. Mientras tanto, seguía depositando los beneficios en el banco, sin retirar nunca una lira.

Un día que efectuaba el riguroso depósito semanal, el cajero le dijo que el gerente del banco quería hablarle. El gerente lo atendió solícito y le pasó unos formularios de fondos de inversiones que el sacristán hojeó guardando silencio. "¿Qué le parece?", preguntó el gerente. El interpelado continuó en silencio y ante la insistencia de su interlocutor confesó que no sabía leer. "¡Cómo!", exclamó el gerente. "Cómo es esto de que nuestro principal cliente, el que tiene la mayor suma de dinero en nuestro banco no sepa leer. ¿Qué sería usted, si supiera leer? Y el pausadamente respondió: "sería sacristán de la Iglesia de San Juan".

miércoles, 18 de febrero de 2009

Profes II EGB II

Después de mi primera relación de profes del cole vamos a por la segunda, en sexto empezaba EGB II, ya eras mayor; entrabas con 11 años y te cambiaban de clase, yo pasé de la C a la D, allí me encontré con Mario y con mi primo. En este curso ya teníamos un profesor por asignatura, más o menos, definitivamente nos encaminábamos hacía la adolescencia, aún recuerdo cuando pedí mis primeros 501 en las navidades de 7º, vamos con 12 años (y pensar que hoy en día en el coche con esa edad todavía tienes que ir en una sillita especial, ¡¡vaya tela!!).

· Fabiola: no podía empezar por otra, no solo por ser mi tutora en 6º y porque ella fue la primera profe que encontré después de buscar mi nombre en las listas en la entrada del pabellón (para ver en qué clase estaba) sino porque, según mi padre, fue responsable de una enfermedad que padecí durante bastante tiempo y que también afecto a mi hermano mediano, llamada fabiolitis, ella fue el gran amor platónico de mi infancia, hasta el punto que hace un par de años fui a la presentación de un libro sobre Colón (ella, una Chavarri de toda la vida, estaba, quizá hasta lo está todavía hoy, casada con el descendiente directo de Colón); pues no os lo vais a creer pero fui con cierto nivel de nerviosismo a la presentación 20 años después (como en la novela de Alejandro Dumas), lamentablemente no la vi. Era nuestra profe de inglés y si algún día me lee, le mando un beso enorme.

· D. Francisco: profe de Lengua un grande de la educación, lástima que solo nos diera clase en 6º, era un personaje muy divertido y muy duro a la vez; realmente creo que es uno de los mejores profesores que he tenido y eso que impartía una de las asignaturas que menos interés me han producido a lo largo de toda mi etapa escolar

· D. Benito: el de Mates, le tuve en sexto y en séptimo; dadas mis brillantes notas en esta materia siempre hubo buen rollito. Me acuerdo que nos hacía paginar los cuadernos (el de sexto tenía un campo de futbol en la portada, por lo de Benito Villamarín, yo es que” he sio un jashondo toa la via”) para que no arrancáramos hojas, y nunca lo entendí porque yo arrancaba las del final para sucio y nunca paso nada.

· Don Agustín: ya he hablado de él en otra entrada, fue nuestro tutor de 8º, daba Sociales en 6º y lengua en 8º, una combinación curiosa cuando menos, le llamábamos Paquirri por su sorprendente parecido y a pesar de tener nuestros más y nuestros menos guardo buen recuerdo de él.

· Nieves: era nuestra profe de Naturales de 6º y 7º, probablemente la profe más guapa, pero muy chunga y a esa tierna edad todavía el rollito sado no nos iba así que era denostada por casi todos, aunque aún recuerdo cuando Santi lloraba y venía a consolarle, ¡vivan los escotes de los 80! (con perdón a mi público femenino, pero los recuerdos de la infancia son así, inocentes). Me dijo que me iba a suspender en 7º y me puso un notable, si es que no hay como tocarme las narices para motivarme.

· D. Félix: un grande, era nuestro profe de Gimnasia de 6º a 8º, entrenador del filial del Rayito, aún recuerdo aquellas enseñanzas: “el Madrid C tiene un delantero muy figurín, pero ya le he dicho yo a mi central, dos buenas patadas en la primera jugada y ya verás como viene más suave” o su historia del atraco en el bar donde le obligaron a quitarse el anillo plagada de tacos, simplemente genial. Nunca conseguí subir el mástil ni la cuerda ni nada de eso pero sus enseñanzas sobre el atletismo y la gimnasia resultaron con el tiempo interesantes.

· D. Julio (QDP): profe de Dibujo y Trabajos Manuales (Pretecnología en la actualidad, que por lo visto a algún lumbreras del Ministerio debía sonarle mal) en 6º y 7º, lo pasábamos muy bien en sus clases en aulas especiales donde nos pasábamos la hora de coña charlando para que luego nuestros pobres padres se tuvieran que la paliza para hacer los trabajos, los míos fueron aprovechados por mis hermanos pequeños ya que siempre repetía los temas.

· D. Héctor: el de Música desde 5º hasta 1º de BUP, un figurón, el tío decía que vivía en La Moraleja y luego se desplazaba en un R-11 lo que nos hizo sospechar siempre. Pero hay que reconocerle cierto nivel de ingenio, no nos engañemos yo nunca fui un virtuoso de la flauta y un día me dijo que si mis padres me castigaban con ruidos estridentes, a lo que yo respondí que no y él me dijo que porque yo lo hacía con él; a pesar de ser el centro de la burla debo reconocer la brillantez.

· D. Jesús: como no podía ser de otra manera profe de Religión en 6º y 7º era muy peculiar había que entregar un cuaderno en el que teníamos que como mínimo hacer tres hojas por tema, al final de séptimo tuve una época un poco surrealista que no acabo de comprender el bueno de don Jesús. En cualquier caso nos enseñó a manejar la Biblia y los principales personajes.

· D. Ángel: tutor de 7º y profe de Lengua y de Sociales de ese curso, era un tipo al que yo adjetivaría de huraño, nunca encajamos y por su culpa tuve mi primer y único castigo de jueves por la tarde, recuerdo que repitió un examen porque había suspendido toda la clase menos dos, Belte y yo que teníamos una chuleta espectacular y en la repetición pensamos que nos respetaría la nota y no lo hizo aprobó casi todo el mundo menos nosotros dos; luego vendría la sociedad con mi primo, el se estudiaba América del Sur, yo del Norte y si coincidía bien y si nos lo cambiábamos y a correr, notable al final.

· D. Melquiades (QDP): otro profesor de esos míticos, en 8º nos daba Ciencias, Dibujo y Trabajos Manuales. Además de conseguir que nos apasionásemos con la química, que me expusieran un abanico en Sevilla (bueno en realidad a mama, muchas gracias jefa), que fuera el batería de Rick Astley, … incluso que el verano anterior mi familia cenara tortilla francesa cada dos por tres preparando uno de sus trabajos (que al final no se hizo), además de todo esto recuerdo cuando fuimos a comprar al centro de Madrid (mi primer sándwich de Rodilla), los trajes de romanos para la función que íbamos a representar en el viaje de fin de curso de octavo. O aquella vez que recogió los apuntes de todos y luego dijo que al día siguiente habría examen, una tarde divertidísima con Mario, Rando, mi primo y yo tratando de completar los apuntes. Y su gran frase: “el cielo está rojo, mañana hará buen día” del folleto explicativo de sus asignaturas que nos dio el primer día de clase y que yo he utilizado en repetidas ocasiones.

· Mr. Henry: que tuvo en 8º la difícil tarea de dar clases de Inglés después de dos años con Fabiola y encima con un método que podemos definir como mínimo de original, total que yo pensaba que estaba loco y él debía pensar que yo era un incordio.

· D. Lorenzo (QDP): el profe de sociales de 8º que hizo que empezara a apasionarme por la historia y desde entonces es uno de mis mayores hobbies, muchas gracias don Lorenzo.

· Padre Urquijo (QDP): nuestro profe de religión que fue cuando realmente aprendí lo que es ser católico de verdad y probablemente junto con mis padres los mayores responsables de que siga yendo a misa cada domingo.

viernes, 13 de febrero de 2009

Grace miglie

Después de algo más de un año por estas tierras no quiero olvidar a todos los que vinieron a verme cuando estaba por aquí solo y por ello quiero hacerles este pequeño homenaje.

La primera fue Patricia y se entusiasmo con el destino elegido incluso acabo haciendo numerosos viajes a lo largo del año.

Mis padres, junto con Patricia son los únicos que conocieron el piso de Roquetas y pudieron dormirse arrullados por el ruido del mar, cuando vinieron por segunda vez pudieron apreciar lo que había aprendido en unos meses.

Mi hermano pequeño que es el otro que ha venido unas cuantas veces, especialmente memorable el partido contra Italia en la Eurocopa, que acabo ganando España.

Nico e Ysa, los primero no familia que pasaron por Aguadulce a disfrutar de las cañas, con ellos le pillé el gusto al tema de la cometa aunque siga siendo igual de paquete.

La Pineaple, sección masculina, con Rod, Pedro, Juanrez y Pablo pasamos un fin de semana de locura que nos llevo incluso al primer baño del año en Abril.

Ivan y Carol que desde el levante se vinieron a conocer el chiringuito y de paso se llevaron la noticia de que iba a ser padre.

Mi hermano Gonzalo con Quique, lo pasamos muy bien e incluso hay una historia que algún día contaré, yo me fui a Madrid, pero a la vuelta coincidí con Elena.

Vito y Jorge, un mus, unas copas, no estuvo nada mal.

El mítico Coré, disfrutamos de Cabo de Gata, de las cervezas del Alemán, …

Jaime con quien incluso hicimos una excusión por el Cabo de Gata caminando y me enganchó al noble arte de golpear bolas con un palo de hierro.

El Dr. Calvo y Cinthya, aprovechando una boda por el sur se vinieron unos días y con ellos volví a dar una vuelta por el centro de Almería, que lo tenía bastante abandonado.

Hugo, que disfrutó como enano, y nosotros con su presencia; comida y copas durante tres días, fue un planazo.

Javito; la semanilla se nos pasó entre gambas rojas cazadas con arpón, un homenaje a D. Manuel, fotos para facebook de piba y copas muchas copas.

Así que a todos vosotros muchas gracias, lo hemos pasado muy bien y me habéis hecho darme cuenta de que aunque esté aquí estaremos siempre juntos.

jueves, 12 de febrero de 2009

Sopa de Mejillones y bacon

Esta es una receta de mi bisabuela, así que no remontamos a la tradición asturiana del siglo XIX. Preparamos unos mejillones al vapor en una olla y la reservamos. Laminamos un ajo y lo doramos en aceite de oliva; cuando esté bien doradito echamos al aceite puerro y zanahoria cortados en juliana. Cuando la zanahoria esté blandita añadimos bacon cortado en tiras, lo rehogamos bien a fuego medio para el bacon se haga pero no se quede crujiente.

Cuando lo tenemos bien rehogado añadimos harina, podemos usar agaragar, que hará que la sopa tenga menos calorías. Una vez bien mezclado añadimos vino blanco y esperamos a se evapore el alcohol añadimos el caldo que han soltado los mejillones y lo dejamos cocer todo a fuego medio bajo durante media hora más o menos.

Cuando esté a punto añadir los mejillones cinco minutos para que tomen temperatura y servir decorado con huevo duro picado. Y a disfrutarlo que la verdad es que está estupendo

lunes, 2 de febrero de 2009

Profes EGB I

Hoy me he levantado recordando mis días de cole y se me ha ocurrido escribir sobre los profes que tuve y que colaboraron de manera bastante importante en ser como era y como soy, y de algunos de los que me he olvidado (lo cual dice lo poco que colaboraron).

Por orden de aparición como en las series:

· María del Mar; nuestra profe de parvulitos, recuerdo pocas cosas, sé que era morena y que nos daba un vaso de agua fresca después de dormir la siesta por la tarde, que hacíamos 6 fichas por semana (nunca comprendí aquello, teniendo en cuenta que la semana tiene cinco días) y por ello nos ponía chinchetas verdes, amarillas y rojas; una semana que llevaba 5 chinchetas rojas mi mama vino conmigo el viernes para ver como conseguía mi sexta roja (si el que es gafotillas empieza desde jovencito). También recuerdo que por las fichas especiales ponían chinchetas azules, yo de esas conseguí pocas porque entendía que las que contaban eran las otras (el que es práctico también lo es desde peque). Si os preguntáis donde se ponían las chinchetas era en un corcho en el que por orden de lista aparecían nuestras fotos a tamaño carné. Recuerdo el disfraz de pajarillo hecho con papel pinocho amarillo, para la obra. Y por encima de todo estaba el “Jardín Prohibido”, pero eso ya es harina de otro costal.

· Marisa: probablemente mi primer amor platónico, me parecía guapísima y fue la que hizo que nos diéramos cuenta de que estábamos en la C que éramos los mejores y que el blanco era nuestro color. Nos enseñó que la nieve tiene formas maravillosas, cosas que no he acabado de aplicar como los periodos de labranza (la enseñanza de los 80), pero sobretodo las sumas y las restas y la pasión por las matemáticas.

· Araceli: iba de buena y eso, pero con la edad tengo mis serias dudas sobre el tema. En segundo de EGB vi mi primer sujetador negro (y muchos años después sigo teniendo básicamente la misma reacción, y no me refiero a la estrictamente fisiológica, enfermos), os explico un poco ella se metía en el baño a cambiarse y la cerradura era de las llaves antiguas, así que por “orden” mirábamos por la mirilla. En segundo seguíamos escribiendo con lápiz, y a lo largo del curso conforme a tus capacidades conseguías el boli, yo lo conseguí en primavera, pero es que era un poco chapucerillo. Recuerdo que en un momento dado nos dijo que colocaramos los pupitres como quisiéramos y yo me puse en frente de la ventana al final de la clase solo con Belte y nos convertimos en los mejores de la clase y nos colocaron al más trasto a ver si le remontábamos, pero no hubo caso, Scandella era una tela de tipo y la sociedad se disolvió; aunque Belte y yo seguimos siendo amigos. Este año aprendimos a multiplicar que es algo que me fascinaba y me sigue fascinando.

· Eva: era un hueso duro de roer, pero fue el año de la primera comunión y el año que ganamos el campeonato de minifutbol, con un ardid bastante feo es poner a los mejores (y a mí, no sé bien cómo) en el equipo de minifutbol y en el de futbol los más paquetes, al revés que el resto de las clases, y para un año que me había colado en el equipo de los buenos y me iba a enfrentar a mi primo … Recuerdo que un día le pusimos una araña de plástico en la silla, muy en plan serie americana, pero ella se rió de nosotros.

· Don Joaquín: en cuarto ya eras mayor y se acaban las señoritas y pasábamos a los profes, D. Joaquín nos llamaba por los apellidos y aquello me hacía sentir mayor y encima cumplí los 10 años, ya era un tío hecho y derecho, los dictados eran una locura porque yo no quería ser secretaria, pero bueno admitía que serían por algo.

· Don Alfonso: creo que llegue a odiarle, era un señor muy mayor de la antigua escuela y por muy listo que era yo, no le hacía ninguna gracia mi afición a la tertulia, encima con Burguitos y Villa, que los dos sumados eran más bajitos que yo; así que don Alfonso y yo tuvimos nuestras diferencias, pero por suerte el curso acabó y lo único que perdí fue un balón que nos requisó cuando estaba jugando con Mario, de la A pero amigos desde el primer día de párvulos. Eso si hay que reconocer que lo nos enseño de análisis sintáctico me sirvió hasta COU y nunca más volví a estudiar lengua.