lunes, 2 de febrero de 2009

Profes EGB I

Hoy me he levantado recordando mis días de cole y se me ha ocurrido escribir sobre los profes que tuve y que colaboraron de manera bastante importante en ser como era y como soy, y de algunos de los que me he olvidado (lo cual dice lo poco que colaboraron).

Por orden de aparición como en las series:

· María del Mar; nuestra profe de parvulitos, recuerdo pocas cosas, sé que era morena y que nos daba un vaso de agua fresca después de dormir la siesta por la tarde, que hacíamos 6 fichas por semana (nunca comprendí aquello, teniendo en cuenta que la semana tiene cinco días) y por ello nos ponía chinchetas verdes, amarillas y rojas; una semana que llevaba 5 chinchetas rojas mi mama vino conmigo el viernes para ver como conseguía mi sexta roja (si el que es gafotillas empieza desde jovencito). También recuerdo que por las fichas especiales ponían chinchetas azules, yo de esas conseguí pocas porque entendía que las que contaban eran las otras (el que es práctico también lo es desde peque). Si os preguntáis donde se ponían las chinchetas era en un corcho en el que por orden de lista aparecían nuestras fotos a tamaño carné. Recuerdo el disfraz de pajarillo hecho con papel pinocho amarillo, para la obra. Y por encima de todo estaba el “Jardín Prohibido”, pero eso ya es harina de otro costal.

· Marisa: probablemente mi primer amor platónico, me parecía guapísima y fue la que hizo que nos diéramos cuenta de que estábamos en la C que éramos los mejores y que el blanco era nuestro color. Nos enseñó que la nieve tiene formas maravillosas, cosas que no he acabado de aplicar como los periodos de labranza (la enseñanza de los 80), pero sobretodo las sumas y las restas y la pasión por las matemáticas.

· Araceli: iba de buena y eso, pero con la edad tengo mis serias dudas sobre el tema. En segundo de EGB vi mi primer sujetador negro (y muchos años después sigo teniendo básicamente la misma reacción, y no me refiero a la estrictamente fisiológica, enfermos), os explico un poco ella se metía en el baño a cambiarse y la cerradura era de las llaves antiguas, así que por “orden” mirábamos por la mirilla. En segundo seguíamos escribiendo con lápiz, y a lo largo del curso conforme a tus capacidades conseguías el boli, yo lo conseguí en primavera, pero es que era un poco chapucerillo. Recuerdo que en un momento dado nos dijo que colocaramos los pupitres como quisiéramos y yo me puse en frente de la ventana al final de la clase solo con Belte y nos convertimos en los mejores de la clase y nos colocaron al más trasto a ver si le remontábamos, pero no hubo caso, Scandella era una tela de tipo y la sociedad se disolvió; aunque Belte y yo seguimos siendo amigos. Este año aprendimos a multiplicar que es algo que me fascinaba y me sigue fascinando.

· Eva: era un hueso duro de roer, pero fue el año de la primera comunión y el año que ganamos el campeonato de minifutbol, con un ardid bastante feo es poner a los mejores (y a mí, no sé bien cómo) en el equipo de minifutbol y en el de futbol los más paquetes, al revés que el resto de las clases, y para un año que me había colado en el equipo de los buenos y me iba a enfrentar a mi primo … Recuerdo que un día le pusimos una araña de plástico en la silla, muy en plan serie americana, pero ella se rió de nosotros.

· Don Joaquín: en cuarto ya eras mayor y se acaban las señoritas y pasábamos a los profes, D. Joaquín nos llamaba por los apellidos y aquello me hacía sentir mayor y encima cumplí los 10 años, ya era un tío hecho y derecho, los dictados eran una locura porque yo no quería ser secretaria, pero bueno admitía que serían por algo.

· Don Alfonso: creo que llegue a odiarle, era un señor muy mayor de la antigua escuela y por muy listo que era yo, no le hacía ninguna gracia mi afición a la tertulia, encima con Burguitos y Villa, que los dos sumados eran más bajitos que yo; así que don Alfonso y yo tuvimos nuestras diferencias, pero por suerte el curso acabó y lo único que perdí fue un balón que nos requisó cuando estaba jugando con Mario, de la A pero amigos desde el primer día de párvulos. Eso si hay que reconocer que lo nos enseño de análisis sintáctico me sirvió hasta COU y nunca más volví a estudiar lengua.

No hay comentarios: