Bueno mi tercera y última entrega porque aunque en la uni he tenido buenos profesores no me veo con ganas de hacer el bestiario; en fin BUP que gran época, por fin llegaron las chicas, aunque había pocas y no nos engañemos estábamos un poco decepcionados al principio, el tema es que ¡teníamos chicas en clase!, aún me vienen a la cabeza nombres como Ana Izquierdo, Beatriz Ontañón, Bárbara Goyanes,, … chicas que me parecían imposibles y desde luego para mí lo fueron, pero que me hablaban y me caían genial, porque la verdad me parecía increíble llevarme bien con esas diosas, ¡cómo es la adolescencia! Aunque en realidad uno estaba enamorado de otra. Luego en COU me fui a vivir a la sierra y cambié el Pilar por el instituto de Torrelodones; hecho que me hizo ferviente defensor de la enseñanza privada, pero que me convirtió en algo parecido al personaje que soy hoy; deje de ser un niño bueno y bobalicón para convertirme en un cherif. La verdad es que no recuerdo el nombre de ninguno de los profes de COU, recuerdo al Piños el de mates con el que tuve muchísimas diferencias especialmente el desde el día que rió de mi Roc Neige rosa y yo le dije que había que tener valor para reírse de algo que con su sueldo de maestro nunca se podría permitir y mientras la clase se reía a mi me quedaban las mates para septiembre. También me acuerdo de la profe de lengua la única que me entendía y su notable al final, el de filosofía un apátrida con el que tenía mis más y mis menos y las clases de dibujo en las que monté un campeonato de baseball con una regla de madera de un metro que había por el aula de dibujo, la profe de Química que pasaba de todo, de los alumnos, de la asignatura, de... Resulta curioso que a los profes de EGB los recuerde con claridad meridiana sin embargo con los de BUP tengo ciertas lagunas, quizá porque sean más, pero vamos a intentarlo.
· Emilio: primer profe al que no tratamos de don y que además de nuestro tutor daba mates en 1º e informática en 2º, un tipo genial de esos que si no existieran habría que inventarlos. Con él empecé a disfrutar de la estadística y aprendí a usar un ordenador de verdad y a no tenerle miedo.
· Mercedes: biología de primero, recuerdo aquel peinado que tenía con el que tantos motes se ganó, su asignatura era un coñazo de tomo y lomo y encima de las de aprender de memoria, pero bueno aprendimos palabras como platelmintos.
· Lola: la profe de inglés o como conseguir que una clase llegue a la anarquía total sin preocuparse lo más mínimo, estuvo muy bien Emilio avisándonos de que se solía vengar en el examen final y aún mejor Morales, Santi y Tejedor, con mi pequeña colaboración de distracción, mangando el examen, que el mismo Tejedor me dicto por teléfono, a pesar de que nuestra relación no era muy allá a la hora de la verdad el tío cumplió y yo se lo pasé a Mario, Iván, … al final creo que lo tenía toda la clase.
· La otra Mercedes: con ella fumábamos en el laboratorio y diseccionábamos ratones vivos, actividades muy entrañables que luego han sido de gran utilidad en mi vida, y sobretodo en 1º de BUP con 15 años recién cumplidos.
· Amancio; el hombre tranquilo nos dio las primeras nociones de dibujo técnico, recuerdo que la nota de los dibujos de casa la negociábamos en su mesa, él tapaba tu nota del examen, pero el anterior a ti miraba la nota y tratabas de llegar al aprobado, yo una vez calculé mal y saqué un bien y prometo que esa no era mi intención.
· D. Julián (QDP): profe de historia en 1º con el que saqué notable y me llevaba muy bien, pero en 2º nos daba latín, un día cogió mis apuntes (desordenados y sucios) y estuve a punto de sacar mi primer muy deficiente, al final conseguí aprobar gracias al libro de Benito que tenía las frases analizadas. Pero me sirvió para aprender que si a alguien bueno le das de lado pierde el interés y puede llegar a ser el peor de la clase, menos mal que mi interés y el libro de Benito hizo que Burriel y yo aprobáramos.
· Begoña: profe de lengua en 1º y de inglés en 2º, tenía un curioso sistema de selección de voluntario para sacar a la pizarra y casi siempre les tocaba a los mismos, algo del tipo “di un número” lo multiplico por dos el sumo el día del mes, le resto el número del mes, hallo el logaritmo neperiano; Eduardo Fernández del Campo a la pizarra, muy grande.
· Manolo: el profe de gimnasia, este nos decía dos vueltas al campo para calentar, vaya tela, el tío decía que era abogado, pero sus leyes eran esas manos de grandes como mi cabeza; y cada vez que blandía una, la gente se acojonaba. Aprendí a correr con vallas, salto de longitud, de altura, … pero sobre todo el test de Cooper, que como un día coja al maldito Cooper no respondo de mi. Las chicas tenían una profe que se llamaba Mercedes pero que obviamente todos llamábamos Manola.
· D. Abundio: profe de física y química de 2º, a mi me cayó mal desde el primer día ya que empezó su primera clase diciendo que lo que nos había enseñado don Melquiades no servía para nada, pero lo peor vino cuando poco después, en concreto el viernes siguiente a la excursión que siempre hacíamos en otoño, nuestro delegado le pidió que no sacara a nadie a la pizarra que con la excursión nadie había hecho los ejercicios; pues a mí se me ocurrió decirle que se había equivocado en un desarrollo, él muy parsimonioso se sentó en su silla y dijo señalándome “usted sus ejercicios”, yo dije que no los tenía y me casco un 0; pero son enseñanzas de la vida, no le toques las pelotas a alguien que las puede tener irritadas.
· Padre Antonio: profe de religión en 2º, un curilla andaluz que nos enseño un puñao de cosas especialmente sobre otras religiones, y encima en Navidad me encontró con mi grupo preparando un Belén para los niños del hospital Gregorio Marañón y desde entonces no me bajé del notable.
· D. Ismael: tutor de 2º y profe de Geografía, la asignatura era muy chula y luego me ha servido en muchas partidas de Trivial, pero la verdad es que él siempre me pareció un personaje bastante gris, muy asimilable al clásico maestro de escuela de pueblo en los años 50.
· Padre Urquía: tutor de 3º y profe de filosofía, una asignatura nueva que a mí al menos me encanto y de la que tengo todavía nociones y que me hizo sentir mayor, la verdad es que debo darle las gracias al padre Urquía por muchas de sus enseñanzas.
· Padre Horodinski: el padre José Antonio Romeo Horodinski es una de las personas más increíbles que me he encontrado en mi vida, nos daba religión en 3º, nos hacía exámenes en sus famosas octavillas, recuerdo que una vez nos dijo que definiéramos a Dios y luego dijo que le diéremos la vuelta al papel y sabiendo que no lo iba a recoger que volviésemos a responder y que en casa o cuando quisiéramos comparáramos las dos respuestas. Luego era el líder de CEMI y también llevaba el Colegio Mayor Chaminade, así que pude hablar de él con un amiguete del curro que fue al Chami.
· D. Pedro, más conocido como el Potos, profe de Física y Química de 3º que desautorizaba a D. Abundio, como veis en mi cole los profes de Física eran como los albañiles, el gremio menos corporativo del mundo, con su clásico “pero señora, ¿quien le ha hecho esta chapuza?”. Aprobé por los pelos, quizá gracias a Blanco, pero en cualquier caso por si acaso el día antes de las notas, un martes de Junio me fui de copas por Bilbao con Mario que estaba en la misma situación que yo.
· D. Pedro, Pedrulo profe de historia en 3º, teníamos que ir a su aula para dar clase de historia, era un aula llena de cosas increíbles, especialmente de latas de cerveza del mundo, que a mí me llamaban mucho la atención. Hizo que definitivamente la historia fuera mi hobbie, pero era un poco despistado el tío, en un examen se sentó al lado mío y no se dio cuenta de que yo ya había terminado mi examen y estaba haciendo el de Isidro, en fin cosas del cole.
· Eduardo: padre de un compañerete de clase y que nos daba biología en 3º, la clase la verdad es que no me llamaba mucho la atención, y a pesar de que teóricamente era evaluación continua a mi me hizo la media del curso, lo único relevante que recuerdo es haberme saltado su última clase para ir a jugar al mus al Retiro, mis únicas pellas en el cole, eso sí con las notas ya publicadas.
· Pilar Caso: profe de literatura en 2º, generaba cierto halo de odio y eso que tampoco era especialmente ogro, pero le fallaban las maneras, os comento que con mi grupo de amigos del cole, con los que gracias a Dios sigo saliendo a echar una copita de vez en cuando, cada vez que se cruza en nuestro camino un chupito de tequila brindamos por “la p… Pilar Caso”, y la penúltima vez que lo hicimos fue un brindis multitudinario en mi boda, en la que más de la mitad de la gente no tenía ni idea de lo que significaba aquello.
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1 comentario:
Pero hombre, si precisamente Bárbara era más fea que Picio! Siempre has sido un poco rarito...ABRAZO
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