El sábado me preparé una salsa a base de diversos frutos del mar, y como es un poco enrevesada voy a aprovechar a poneros un par de ellas más para esos momentos en los que hay que quedar bien y no apetece currar mucho.
La primera es una receta con muchos elementos, empezamos pochando en una olla con un fondo de aceite un poco de cebolla, cebolleta, puerro y pimiento. Una vez que la cebolla empiece a dorarse se añadan unas gambas peladas y cuando cogen color se echa a la olla algo de surimi y un vaso de vino blanco. Una vez evaporado el alcohol se añade un bote de tomate triturado (no olvideis aliñarlo con una cucharada de sal otra de azucar blanco -o dos de moreno- y abundante orégano), yo le añadí tambien el escabeche de una lata de mejillones y el agua de unos berberechos al natural. Se deja a fuego medio bajo durante unos 20 minutos y para rematar se le añaden mejillones, berberechos, pulpo y atún (usad lo que tengais por casa) y se deja cinco minutillos más. Y a disfrutar con vuestra pasta favorita.
La segunda receta es notablemente más sencilla, hecha con langostinos y mejillones exclusivamente. Se hacen los mejillones al vapor y se pelan los langostinos y con las cabezas se prepara un caldo, que se unirá al agua que suelten los mejillones para preparar la pasta. Se saltean los langostinos con un poco de ajo y se sacan los mejillones de la concha. Se sirve bien mezcladito, la verdad muy fácil y muy resultón.
La tercera es de surimi y mejillones de lata, ideal para finales de mes cuando no tenemos un duro y queremos comer algo chulo. Simplemente saltear el surimi en el escabeche de los mejillones. Disponer la pasta en el fondo del plato, colocar encima los mejillones y cubruir con el surimi que habrá adquirido cierto color naranja.
Y otro día más.
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