Estaba tomando unas cañitas el viernes y vi como lo ponían en una mesa al lado y me apeteció mucho la verdad, como leí por ahí es un plato que se hace en las tascas y que quita el sentido, sin embargo no lo hacen en los buenos restaurantes; y otra peculiaridad del plato es que lo puedes comer en Asturias o en Andalucía.
Pues eso que después de verlas me entró el gusanillo y el domingo preparé unas para comer. El asunto es muy sencillo un buen chorreón de aceite de oliva y doramos unos ajitos laminados en fuego vivo, se añade puerro y cebolla cortado en juliana y cuando estén pochaditos añadimos pimiento rojo y verde cortado en trocitos pequeños y salteamos hasta que esté blandito.
Añadimos primero los chipirones limpios y cuando se hayan hecho un poco triscamos unas patatas y le damos unas cuantas vueltas. Echamos un poco de azafrán y un chorro de vino blanco y una vez que haya evaporado el alcohol bajamos el fuego al mínimo y lo tenemos unos 40 minutos.
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