Sí, se nos fue Antonio...
Sin duda el poeta de los susurros, la voz más sensible y la mirada más huidiza de aquel que, como nadie, manejaba el lenguaje de los sentimientos.
Su fragilidad ha sido su bandera y su creatividad en el manejo de las cuerdas y las letras nos han permitido "viajar" en infinidad de ocasiones sin necesidad de movernos... A veces es posible ser el más grande haciéndose el más pequeño.
El supo como nadie definir tantos momentos, que ahora mismo todos esos recuerdos se agolpan en mi cabeza y no puedo por menos que darle las gracias y hacer este pequeño homenaje con la colaboración inestimable de Gelo que con su sensibilidad sabía comprenderle mejor que nadie.
Su música que todavía hoy, un día cualquiera, no sabemos qué hora es, pero se acuesta a nuestro lado sin saber por qué....
martes, 12 de mayo de 2009
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