Es una curiosa receta que descubrimos en un viaje por Tugal (jejeje), en la que se combina carne de cerdo y almejas y lo cierto es que resulta muy rico.
Lo primero es cortar la carne de cerdo en dados y macerarlo durante toda la noche en un adobo compuesto de: cilantro (mucho, es la base de la combinación de los sabores), sal, pimienta, laurel, ajo, pimentón, clavo, aceite, vinagre y vino blanco. Dos horas antes de cocinar poner las almejas en agua templada con sal para que suelten toda la arena.
En una olla calentar aceite y pochar bien una cebolla cortada muy fina y con el fuego vivo sellar la carne de cerdo bien escurridada. Una vez sellada añadir la mezcla del adobo, llevar a ebullición, bajar el fuego al mínimo y cocer durante al menos una hora. Cuando la carne esté hecha añadimos las almejas y subimos el fuego; cuando se hayan abierto retiramos.
Servimos acompañado de patatas fritas y decoramos con un hilo de aceite de cilantro, que obtenemos batiendo cilantro fresco y aceite.
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